Los principales altos hornos de España se
encuentran en Vizcaya y en Marbella:
Altos Hornos de Vizcaya, también llamada por su
acrónimo AHV, fue la mayor empresa de España durante gran parte
del siglo XX, surgida por la fusión
de varias empresas siderometalúrgicas de Vizcaya.
Los altos
hornos de Marbella fueron el segundo establecimiento siderúrgico de España, fundados en 1826, solo después del de Sargadelos creado
en 1794.
El proceso siderúrgico tiene como meta la
obtención de acero, lo que se puede conseguir a través de dos sistemas: mediante
alto horno o con horno eléctrico.
Mediante
alto horno:
El proceso siderúrgico de alto horno comienza con
el tratamiento del mineral de hierro. El mineral se
introduce directamente en el horno. Los finos del mineral de hierro junto con
los fundentes (caliza) se aglomeran para darles un tamaño apto para su consumo
en el horno. Este proceso de conversión se denomina sinterización y el producto
conseguido, sínter.
En el horno también se introduce carbón destilado,
también denominado cok. El cok siderúrgico es un material duro, poroso y con un
contenido en carbono superior al 90 %.
Esa mezcla de mineral de hierro, sínter y cok se calienta
en el horno mediante una inyección de aire caliente. El cok actúa como
combustible y elemento reductor del oxígeno que lleva el hierro. Los fundentes
añadidos se encargan de formar la escoria, subproducto que atrapa las impurezas
del mineral de hierro.
El
producto obtenido en el horno alto es el arrabio, un material con una riqueza
en hierro cercana al 95 % y alrededor del 3,5 % de carbono. Para minimizar la
cantidad de azufre, un elemento muy negativo para el acero, se le añade
posteriormente carburo cálcico.
La escoria que también
genera el horno está formada por silicio, el manganeso, el azufre y el fósforo.
Una vez tratado, este subproducto se utiliza como capa base de carreteras y en
la fabricación de cementos.
La diferencia entre el
arrabio y el acero estriba en la cantidad de carbono que tiene el producto
férrico. Si el contenido es inferior al 1,7 % se considera acero. Si es
superior recibe el nombre de fundición. El arrabio forma parte de este último
grupo.
El arrabio es convertido en acero mediante los
convertidores, que eliminan el arrabio inyectando oxígeno.
Tras
el convertidor, el acero pasa por la metalurgia secundaria de la acería. Su
función es ajustar la composición mediante la incorporación de ferroaleaciones
y de gases.
El acero se solidifica en
la colada continua. En esta instalación se trasvasa el acero líquido a un molde
para darle forma de semiproductos.
Cuando
la laminación se realiza en frío, el acero sufre alteraciones en su estructura
interna por lo que es necesario someter el producto a un proceso de recocido,
que permite regenerar esa estructura y mejorar sus características mecánicas.
Mediante Honro eléctrico
El
proceso de obtención de acero a través del horno eléctrico se diferencia del
anterior en dos puntos fundamentales. En primer lugar, la principal materia
prima es la chatarra, es decir, el propio acero reciclado al final de su vida
útil.. La segunda diferencia es el uso de hornos eléctricos, donde se carga la
chatarra y en los que se crea un arco eléctrico que salta entre los electrodos.
La mayor parte del acero obtenido por este procedimiento se destina a productos
largos empleados en la construcción.
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